Hoy voy a hablar sobre la micropigmentación capilar, y es que este tratamiento está en pleno auge. Si bien lleva ya muchos años aplicándose, hasta hace poco no era un servicio muy demandado por varios factores.
El primero era que los resultados no eran todo lo satisfactorios que se esperaban, y es que a pesar de existir muy buenos profesionales, tanto las herramientas de aplicación como las tintas no habían alcanzado el grado de perfección que tienen en la actualidad y esto se traducía en resultados poco naturales.
Por otro lado, la alternativa de los trasplantes capilares estaba y sigue estando muy presente y cada vez a precios más accesibles, así es que no es de extrañar que una inmensa mayoría de personas con un problema acentuado de alopecia optaran por la cirugía.
En cambio en los últimos tiempos esta tendencia está variando y cada vez hay más personas que optan por disimular su escasez de cabello con la micropigmentación capilar. Realmente esta técnica es idónea cuando las zonas poco pobladas de pelo son pequeñas y no merece la pena correr con los riesgos y costes de una intervención quirúrgica, porque podemos disimular muy bien este problema aplicando las técnicas de micropigmentación capilar.
Así mismo, la micropigmentación capilar también es el tratamiento de elección para personas que ya han pasado por uno o varios trasplantes capilares y han vuelto a perder su cabello. En estos casos llega un momento en el que o bien por desánimo del paciente o bien porque no quedan más zonas de lo que se conoce como “donantes” ya no es viable seguir aplicando una solución quirúrgica, y es en ese momento cuando muchos pacientes deciden probar los resultados de la micropigmentación capilar.
Voy a finalizar este artículo recalcando algo que es imprescindible que la persona candidata a la micropigmentación capilar entienda; y es que en ningún momento se van a dibujar “pelos” en su cabeza, sino que lo que se va a hacer es simular el folículo piloso para obtener en el caso de las zonas poco pobladas un sensación visual de espesor capilar, y en el caso de las alopecias totales simular el “efecto rapado”.
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