EL BOOM DEL MICROBLADING
En esta entrada voy a contaros cómo el microblading de cejas ha llegado a convertirse en el tratamiento de moda y ha pasado de ser una novedad de la que muchos dudaron, a convertirse en uno de los servicios más demandados y rentables en los salones de belleza.
Inevitablemente para hablar de la expansión del microblading, tengo que hacer también referencia a la micropigmentación que existe desde hace décadas, y aclarar que el microblading apenas se conocía hasta alrededor del año 2015.
Para quien no lo sepa, os contaré que la principal diferencia entre las dos técnicas a nivel de ejecución es que la micropigmentación se realiza con un dermógrafo y es similar al tatuaje, mientras que el microblading se realiza con una especie de pluma, y consiste en ir dibujando de forma totalmente artesanal cada uno de los vellos sobre la piel e implantando el pigmento de forma muy superficial con pequeñas incisiones.
La popularidad del microblading creció tan rápido porque las micropigmentaciones antiguas no ofrecían unos resultados naturales y aparecían cambios de color con el tiempo, y por eso era un tratamiento que se realizaban casi en exclusiva personas con un problema severo de alopecia, ya que en estos casos y a pesar de no obtener un resultado muy natural, la mejoría era evidente. A causa de esto, hace años el pensamiento generalizado era que únicamente necesitaban de la micropigmentación de cejas personas con alopecia, pero con la llegada del microblading cada vez se ha ido ampliando más el concepto y ya son muchísimas las personas que recurren a él simplemente para mejorar las cejas ya existentes.
A día de hoy y después de casi 10 años en el mercado, el microblading sigue gozando de una enorme aceptación debido a que los resultados aportan una naturalidad que nunca antes se había logrado con la micropigmentación, y por ello puedo afirmar que es una técnica que ha llegado para quedarse.
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